Sentí el deseo... estuve en Cuernavaca... unas horas, no mas, que unas pocas horas... mire su cielo, olí su aire, pisé su tierra; y lo único que puedo decir es que me llene de recuerdos; recuerdos que al ir recorriendo la carretera de regreso a la Ciudad... se van guardando de nueva cuenta, salen de mi mente, para dar paso a muchas preguntas que... a veces, ciertas veces y muchas veces... son las que no me han dejado dormir; salen de mi mente para que ahora entres tu y me robes el sueño.
Sentí el deseo de traerte a la tierra que en cierta manera me vio crecer; mostrarte todos aquellos rincones que hice propios y ahora han quedado en mi olvido; mostrarte un poco mas de quien en realidad soy y quien solía ser; mostrarte donde pasaba horas y horas, y a la vez mostrarte donde el tiempo simplemente no pasaba; mostrarte donde escribía albas y donde ocultaba ocasos; quizá mostrarte un poco mas y un mucho menos... tantos momentos que regalarte; mostrarte los lugares donde me gustaba oír música, mostrarte ese lugar donde amaba escuchar mis canciones; y mostrarte que aun hay muchas cosas por descubrir.
Sentí el deseo... de quedarme; y sentí el deseo de viajar por ti, traerte y compartirlo... juntos.
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